Autor: André Bouchard
Ilustrador: Quentin Blake
Combel Editorial
Barcelona, 2009
Título original: La tête ailleurs. Traducción al español: Nuria Riambau
Uno de los objetivos de este blog es hacer
descubrir a los adultos que los libros para para niños tienen mucho que
decirnos. Pues el libro que recomiendo
hoy es un ejemplo perfecto: ofrece la posibilidad de múltiples lecturas e
interpretaciones en función de la edad, de las circunstancias personales, si se
lee solo o en compañía, si se lee una, dos o cien veces.
La historia, narrada desde la voz de dos
hermanos, cuenta cómo un día el padre llegó a casa sin cabeza (literalmente), generando una serie de situaciones absurdas y disparatadas
que ponen a prueba el ingenio, la creatividad y la unión familiar para sortear
los problemas que acarrea tener un padre sin cabeza. Entre todos tratan de encontrar soluciones, pero también se aprovechan del pobre hombre, que ha perdido toda su voluntad y
su capacidad de raciocinio, para que haga ciertas cosas que jamás hubiese hecho
con la cabeza bien puesta sobre sus hombros.
Sin duda una historia divertidísima que
encuentra el complemento perfecto en las ilustraciones del gran Quentin Blake,
conocido por ser el ilustrador de cabecera de Roald Dahl. El toque desenfadado que caracteriza el
trabajo de Blake imprime a los personajes y a las situaciones una fuerza
narrativa y humorística que sorprende al lector cada vez que da vuelta a la
página.
Es imposible no reír de principio a fin y de
su lectura surgen un sin número de posibilidades para poner a volar la
imaginación, para conversar, para intercambiar opiniones, para
reflexionar. Para tranquilidad de todos
el padre recupera su cabeza original, ¿dónde creen que la había perdido?, seguro
que los adultos intuyen la respuesta pero además de llevarnos a pensar sobre la
necesidad de estar en "cuerpo y
alma" cuando pasamos tiempo en familia, este cuento cuestiona otros
aspectos como la distribución de roles y tareas en el hogar, la necesidad de la
unión familiar y del trabajo en equipo a
la hora de solucionar los problemas y la importancia del sentido del humor para
hacer más llevaderas ciertas situaciones inesperadas.
Les dejo con dos posibles cabezas para
sustituir la cabeza perdida de papá, que hicimos con los niños del taller de
literatura del Instituto Español Juan Ramón Jiménez de Casablanca (Marruecos)
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